Los filtros de Can-Filters contienen un tipo de carbón virgen activado. El carbono visto al microscopio, se ve como un material poroso lleno de cavidades y recovecos intrincados de microporos que alcanzan una superficie de absorción de 50 m2/g. Las partículas gaseosas, volátiles, que transportan el olor, quedan físicamente atrapadas en esas cavidades y pasan al estado sólido pasando a formar parte de la propia estructura cristalina del carbón.
La utilidad media de estos filtros es de unos 18 meses en condiciones normales; pero dependerá en gran medida del volumen de partículas a filtrar, a más volumen (olor), antes se satura la superficie de adsorción en el carbón, dejando pasar el resto de olores. En tal caso, es la hora de cambiar el filtro.
Antes de empezar a instalar, tenemos que decidir si optamos por sacar el aire al exterior una vez filtrado (escape mediante tubo), o recircular constantemente en el interior. (La recirculación está recomendada si se cuenta con incorporación de aire acondicionado y sistema de generación CO2).
INSTALACIÓN:
La instalación de los filtros es muy sencilla: Se fija el filtro al techo con cualquier sistema de sujeción seguro, preferiblemente elevados por encima de los focos, a salvo de temperaturas demasiado elevadas. A continuación, se fija el extractor, (preferiblemente con conexión directa, sin interponer tubo entre ambos) y a éste se le fija una sección de tubo suficiente para conducir el aire al exterior, aunque se también se puede optar por la opción de recircular el aire sin sacarlo al exterior.
- Circulación de escape: En este tipo de montaje el aire es forzado por el extractor a salir al exterior a través de un tubo de circulación. Cada filtro está marcado con una clasificación de escape recomendada en función de los metros cúbicos a depurar, para que el usuario pueda hacer el cálculo de sus necesidades.
- Recirculación: Este tipo de montajes se recomienda en instalaciones avanzadas donde existen medios de control atmosférico como aire acondicionado o CO2 en instalaciones bien selladas. En este caso el tubo de circulación no es necesario, puesto que no se saca el aire al exterior, el extractor unido directamente al filtro, lo mantiene circulando en el interior del cultivo.
Cada filtro tiene marcada también su capacidad recomendada en recirculación.